viernes, 7 de marzo de 2014

Capítulo tres.

Capítulo 3 |Otro muerto más.

[Narra Jane]
Salí de la ducha y me lié el cuerpo el una toalla blanca.
No me gustaba nada el echo de tener que compartir baño con el resto de chicas del internado, pero es lo que toca.
Me pongo frente al espejo y suelto mi cabello, el cual estaba agarrado en un suelto moño que me hice antes de meterme en la ducha. Lo suelto despacio y me cepillo el pelo.
Cogí mis cosas y salí del cuarto de baño, camino a mi habitación, prefiero vestirme ahí.
A mitad de camino me encuentro con Valerie y Jane, que venían corriendo.
-¡Reunión en el cuarto de los chicos! -Me gritó Megan. Me esquivaron y siguieron corriendo. No me dio tiempo a contestarles. Entré rápidamente a la habitación y me vestí, con mi nuevo uniforme.
"Camisa blanca o polo de mangas cortas blanco con el escudo del internado; falda azul marino corta, calcetines altos azul marino y jersey rojo oscuro, tirando a burdeos más bien.
Para educación física un pantalón corto negro, una camiseta blanca y una chaqueta o sudadera roja."
Estos serían mis nuevos uniformes.
Cojo dos de mis mechones y los echo hacia delante, el flequillo lo divido en dos y me hago dos pequeñas trenzas. Las agarro. Y ya estoy lista.
Salí de mi habitación y fui hasta la de los chicos, que estaba en el pasillo contrario. Pegué en la puerta. Alguien desde dentro la abrió un poquito, me agarró del brazo y tiró de mí hasta hacerme entrar.
-¡Te llevamos esperando un buen rato! -me dijo Niall.
-Lo siento, me estaba vistiendo.
-Procura que no nos pillen aquí por tu culpa, por haber tardado tanto-dijo Mia. Dándome los buenos días como mejor sabe,claro está.
-Bueno, ahora no es tiempo de peleas. Estamos aquí por algo importante.
-Zayn lleva razón. No estamos aquí para pelear si no para hablar sobre lo que pasó hace 2 días. ¿O es que ya se os ha olvidado?
-Como se nos va a olvidar Harry. Pero la verdad es que no entiendo nada, todo es muy raro -contestó Niall. Mis miradas iban dirigidas a Justin,aunque a mitad de camino se perdían en la mirada de Zayn. Justin tenía la mirada fija en el suelo y se le veía pensativo.
-¿No dices nada,amor? -le dijo Mia a Justin,mientras se sentaba a su lado en la cama y pasaba su mano por la espalda de él, acariciándola -Nos has citado tú aquí. Al menos podrías decirnos qué piensas.
-Mia lleva razón Justin. Además, en cualquier momento vendrá Madame o algún profesor y nos caerá la del siglo como nos vean a todos aquí-Dijo Valerie. Los demás asentimos.
-Estoy pensando en lo que dijo Robert- dijo Justin,por fin.
-¿Qué te dijo el enano ese? -le preguntó Charlie. Estaba sentada sobre las piernas de Zayn, y cada vez que les miraba lo besaba como si no hubiese un mañana.
-Dijo que se había peleado con mi hermana porque había visto a un asesino y que estuvieron buscándolo. Luego se pelearon porque mi hermana dijo que había visto al asesino en la cena y como Robert no la creía, se escapó al bosque -dijo lentamente,recordando cada una de las palabras que dijo el niño. Las caras de los chicos eran un poema. Si ya tenían el miedo metido en el cuerpo, ahora lo tendrían aún más.
-¿Qué estás diciendo Justin? ¿Crees que el asesino que vio tu hermana es la persona que mató al director?
-No lo sé Harry, no sé ni que pensar. Todo esto es muy raro.
-¿Entonces es verdad todo lo que nos dijo el director antes de morir?
-Claro que es verdad Niall, es muy extraño pero es verdad. Y por mucho que queramos ya no podemos escapar de esto. Tenemos que resolver el misterio chicos-contestó Valerie.
-¿Qué misterio creéis que será? Y, ¿por qué justo nosotros somos los elegidos para resolverlo? -preguntó Megan, esperando atenta una respuesta.
-Tiene que ser un gran misterio y si nosotros somos los elegidos es por algo. Recordad que el viejo dijo que para resolver el misterio eran imprescindibles nuestros secretos¿no,amor? -volvió a acariciar la espalda de Justin, pero este no le hacía mucho caso, seguía pensativo.
-Chicos, si os dais cuenta ya hay una cosa que encaja. La hermana de Justin vio a un asesino, alguien mató al director y éste nos dijo que ni los buenos eran tan buenos ni los malos tan malos. Yo creo que está claro -les dije.
-¿Qué cosa?
-El asesino está en el internado y tenemos que resolver ya el misterio, antes de que sea demasiado tarde.
-Jane lleva razón. No sabemos si tenemos o no mucho tiempo, pero probablemente no lo tengamos-siguió Justin. Creo que a Mia no le ha sentado muy bien que Justin esté de acuerdo conmigo, o al menos eso es lo que me advierte su cara.
-Pero chicos, ¿qué hacemos? ¿dónde buscamos? Ese viejo no nos ha dejado ninguna pista ni nos ha dicho donde buscar. Va a ser imposible que lo logremos.
-No seas negativo Zayn. Tenemos que buscar la manera de hacerlo, como equipo. Así que chicos -dijo Harry. Tocó el hombro de Zayn y luego el de Justin, èl estaba en medio -Hay que llevarse bien-dijo mirandolos -Y a vosotras -se levantó y se acercó a mí- Basta de malos rollos -nos miró a Mia y a mí-ahora tenemos que ser un equipo.
-No habrían malos rollos si no se acercara tanto a su novio-dijo Charlie. Ambas me miraron muy mal, durante varios segundos no supe que contestar.
-Su novio es el que se acerca a mí, así que te callas,bonita -contesté irónica. Ya lo que me faltaba es que la rubia estúpida se me pusiese tontita,que demasiado callada está hoy,miedo me da.
-¿Qué dices tú de mi novio?-se levantó y se acercó a mí. Yo hice lo mismo,quedamos una en frente de la otra.
-Que no me deja en paz, se ve que le aburres tanto que ya se ha cansado de ti, y siento mucho decirte,que lo tengo loquito desde que llegué- dije con una sonrisa fingida en mi rostro. Pero en su cara no se podía apreciar una sonrisa, más bien se podía notar frustración y rabia contenida,estaba aguantando demasiado.
-Mira llevo aguantandote demasiado por los chicos. Pero ya estoy harta de ti -me miró desafiante -Te vas a enterar de quien soy yo.
-Lo mismo te digo bonita - le eché una mirada desafiante,que intentaba competir contra la suya.
No nos dio tiempo a hablar más.Alguien nos interrumpió. La puerta de la habitación se abrió y entró Madame.
-Pero bueno,bueno,bueno -repetía muchas veces mientras se llevaba las manos a la cabeza. Cogió aire y continuo- ¿CUÁNTAS VECES OS TENGO QUE DECIR QUE ESTÁ TOTALMENTE -enfatizó esa palabra-PROHIBIDO EL CONTACTO FÍSICO CON COMPAÑEROS DEL OTRO SEXO? -nos gritó,y nos miró mal. Esta mujer está de mal humor siempre.
-Que sea LA ÚLTIMA VEZ que ocurre algo así. Si no, tendré que hablar con la directora y tomar medidas severas. ¿Entendido? -asentimos- ¿Entendido? -nos dijo más fuerte.
-Sí Madame -gritamos al unísono.
-pues venga, para clase todo el mundo que llegais tarde, vamos -extendió su brazo derecho y nos señaló la puerta con su dedo índice.
***
Clase de química.
Nuestros pupitres están colocados de tres en tres y separados por filas. Al final del aula estamos nosotros, cada uno en su fila correspondiente.
En la última del todo, Megan, Valerie y yo.
-Que bueno está -susurra Megan mientras apoya el codo sobre la mesa y deja caer su cabeza en su brazo.
-Sí,mucho -Dijo Valerie,sin muchos ánimos. Estaba ordenando algunas hojas en su archivador, lo hacía de malas maneras.
-¿Te pasa algo? -le pregunté entre susurros.
-¿Qué me va a pasar?
-Que le gusta el profe,eso le pasa -siguió Megan,acompañándolo con una sonrisa.
-Y si me gustase, ¿qué? -contestó. Megan y yo nos miramos y luego miramos a Valerie, se veía triste. Nosotras nos sorprendimos, sobre todo Megan. Supongo que le sorprendió que su amiga contestase aquello.
-¿Te gusta el profe de verdad? -pero antes de que Megan pudiese obtener una respuesta, sonó el timbre. Ella suspiró aliviada. Nos levantamos y comenzamos a guardar nuestras cosas. Los chicos iban saliendo del aula.
-Valerie, tú quédate un momento que tengo que comentarte una cosa -Asintió. Se formó una pequeña sonrisa en su rostro, que intentó ocultar poniéndose seria.
Megan y yo fuimos las últimas en salir,dejando solos al profesor Louis y Valerie en la clase.
[Narra Valerie]
Observé con cuidado que no hubiese nadie tras la puerta y me abalancé sobre el profesor, lo tenía agarrado fuertemente de la camisa mientras nos besábamos como si no hubiese un mañana.
-Te echaba de menos pequeña -me agarró la cara con sus manos y me dijo entre besos.
-Y yo a ti,amor.
-¿Por qué no viniste a verme ayer,ni esta mañana?
-He estado ocupada.
-¿Haciendo qué? Si se puede saber,claro.
-¿Acaso me vas a decir que hacías tú hablando el día de nochebuena con la directora sobre un muerto? -abrió los ojos en asombro. Estaba casi tan sorprendido porque lo escuchase que yo cuando los escuché. No me quiero hacer la idea de que mi Louis tenga algo que ver con ellos, que sea uno de los malos,que sepa algo... Llevamos meses juntos, él me quiere,no me haría algo así. Si no me quisiera,¿Qué motivo tendría para estar conmigo?
-¿En qué piensas? -me dijo, rompiendo el silencio que se había formado entre nosotros.
-¿Me vas a contestar?
-Ha muerto un familiar, le preguntaba a la directora si podía salir del internado para ir a ver a mi familia, tendría que viajar y serían muchas horas de avión, le preguntaba si había algún problema en que me fuese.
¿Cómo he podido desconfiar de él? ¿Cómo he podido pensar que era uno de los malos o que me mentía?
-Lo siento, lo siento mucho -me abracé a él con fuerza.
-No te preocupes muñeca. Pero dime, ¿te ha pasado algo para que estés tan rara? -negué con la cabeza, aunque se me da mal mentir, y se me notará. -Sabes que puedes confiar en mí y contarme lo que sea,como haces siempre, ¿no?-asentí-Bien, pues dime. ¿Ha pasado algo que yo deba saber? -lo pensé durante algunos segundos y negué con la cabeza. De momento,no iba a contarle nada.
-No me pasa nada, y si me pasase algo, tú serías el primero en enterarte -sonreí.
-¿Nos veremos luego? Yo necesito sentirte cerca - acercó sus labios a los míos.
-Puede -sonreí y le di un pequeño beso. Me separé de él y fui hasta la puerta. La abrí y lo miré antes de salir, dedicandole una sonrisa.
[Narrador Omnisciente]
Suena el teléfono de Louis. Va hasta su mesa y lo coge. Es un mensaje de Phil.
"¿Cómo va todo por ahí? Yo estoy en las afueras del bosque, encargándome ya sabes de que"
Se dibujó una sonrisa en el rostro de Louis.
"De momento bien. Pero creo que esos mocosos han descubierto algo"
"De ellos nos encargaremos dentro de poco, ahora lo importante es que la rubia no desconfie de ti"
"No lo hará, ella me quiere"
"Eso espero. Ya sabes que la rubia y la nueva morena son imprescindibles"
"Lo sé"
"Tu sigue como hasta ahora, nos vemos luego"
"Vale, pero solo hay un problema... ¡Esa niña me está volviendo loco!"
"Yo de ti no me enamoraría de una de las elegidas. Hay muchas rubias en el internado, ya encontrarás otra"
***
[Narra Jane]
Megan y yo estábamos en el pasillo, esperando a que Valerie saliese del aula. Espero que no se haya llevado ninguna bronca por lo de esta mañana o por hablar en clase. 
Salió del aula con la respiración algo agitada. Se veía nerviosa. Caminó lentamente, intentando que su respiración llegase a la normalidad, hasta que llegó a donde estábamos nosotras.
-¿Qué te ha dicho?
-Nada Megan, los apuntes que me pidió el otro día. Los ha revisado y he copiado varias cosas más. Me los ha dado para que los corrija.
-¿Y dónde están? -pregunté señalándole con la mirada sus manos, en las que no llevaba ningunos apuntes. Se quedó mirando sus manos durante varios segundos, hizo algunas muecas raras y finalmente contestó.
-Es que me ha dicho que los corrija luego y entonces se me habrán tenido que olvidar dentro, luego me paso a recogerlos. No hay problema -intentó sonreír como pudo, aunque no se veía nada convencida con lo que nos acababa de decir.
***
Me dirigía hacia la habitación de Justin. Por lo que me han dicho, Mia está con él. Genial y más que genial. Pero tengo que avisarles de que hay reunión en el comedor. Por lo visto Harry y Zayn tienen que decirnos algo importante. Se veían bastante nerviosos cuando me gritaron que avisase a Justin.
Abrí la puerta. No me lo puedo creer. Se están besando. Tumbados. En la cama. Pero me da igual. No hay ningún motivo por el que deba molestarme. Ni si quiera sé que hago pensando en si me molesta o no, porque está claro que no. De Justin no me sorprende, por lo poco que lo conozco ya lo tengo calado, y no me va la gente así. Vamos a tener muchos problemas. Lo veo venir. La que más me sorprende es Mia, no sé como puede seguir con Justin sabiendo como es, no creo que la quiera.
Varios segundos pasaron hasta que ambos se dieron cuenta de mi presencia y se separaron rápidamente, quedando sentados en la cama.
-¿Se puede saber que haces tú aquí, idiota? -preguntó Mia. De malas maneras, como siempre.
-Estábamos... -dijo nervioso. Pensó durante algunos segundos con lo que podría excusarse y continuó- repasando.
-Ya -dije irónica -Me da igual lo que estuviéseis haciendo. Vengo porque Zayn y Harry tienen algo importante que decirnos, y nos han citado en el comedor. Así que vamos, que seguramente seremos los últimos, y por las caras de los chicos, parecía importante.
***
-Ya estamos aquí -Dije entrando al comedor. Justin y Mia entraron de la mano. Acto y seguido cerré las grandes puertas, que eran de correderas.
-¿Y bien? ¿Qué es eso tan importante que tenéis que decirnos? -preguntó Justin.
-Chicos, hemos ido al bosque -comenzó a contestar Zayn. Pero le costaba sacar las palabras de su boca- a ver el cuerpo del director Williams y buscar alguna pista. Ese hombre no nos dejó ningún dato de donde investigar, ni sabemos quien lo mató, nada. No tenemos nada -se empezó a poner algo nervioso. Pero dejó de hablar.
-¿Y qué ha pasado? -preguntó Megan a la vez que nos miraba al resto. Harry miró a Zayn atento y se dispuso a contestar.
-Cuando fuimos, el cuerpo ya no estaba ahí -Todos nos miramos -Lo raro es que nadie se ha dado cuenta de la ausencia del director, ni tampoco los profesores nos han dicho nada. Está claro que algunos profesores son malos. No podemos confiar en nadie -Valerie agachó la cabeza- Pero esto es muy raro, ¿quién se habrá llevado el cadáver? ¿Sabrá alguien que nosotros hablamos con el director Williams antes de que este murie.. -el sonido de una ambulancia lo interrumpió. Nos miramos y sin decir una sóla palabra más, salimos rápidamente del comedor. 
Llegamos a la entrada del internado, estaba medio internado ahí, y medio internado fuera, luchando contra los gritos de Madame, que intentaba meter a todos los alumnos dentro. Los esquivamos y salimos afuera. Había un bulto tapado en una camilla, lo estaban metiendo en la ambulancia.
-Chicos, no podéis estar aquí. Tenéis que entrar, vamos -dijo la directora acercándose a nosotros.
-¿Qué ha pasado? -preguntó Justin.
-El profesor de educación física ha sufrido un accidente, y ha muerto -nos dijo seria. Nada más terminar su frase se fue a regañar al resto de alumnos que habían fuera del internado. Nos miramos entre nosotros, sabía que no era la única que tenía miedo. O al menos eso es lo que me decían las caras de los chicos.
-¿Otro muerto más? ¿Por qué lo habrán matado? -logró preguntar Valerie.

domingo, 2 de marzo de 2014

Capítulo dos.

Capítulo 2 | Los elegidos.

Noté que unos pasos me perseguían.

Me giré y ahí estaba, recién parado, apoyado en la pared, mirándome de una manera que me ponía más que nerviosa.

-¿Quieres algo? -me miró pícaro. Abrió la boca para pronunciar palabra, pero antes de que pudiese hacerlo, intervine yo nuevamente-Ni se te ocurra decir alguna tontería, porque no tengo yo el día.

-Ah bueno, eso lo explica todo. Hoy no es tu día, ¿no? -Sonrió- Ya empezaba a pensar que eras así de borde siempre-me volvió a sonreír. ¿Por qué? ¿Por qué me sonríe? No sonrías. No. No lo hagas. Pero no hace caso a mis pensamientos y lo sigue haciendo. Que sonrisa más perfecta.

-Eres un imbécil, ¿lo sabías? -le sonreí irónica. Creo que no hay notado que me pone bastante nerviosa. Mejor.

-Y tú una antipática. Con ese humor no harás muchos amigos aquí. No te conviene llevarte mal con mi grupo.

-Así que tenéis un grupo de idiotas que lideras tú, obviamente. Un grupo así necesita a un gran subnormal al mando, ¿no?

-Lo que tienes de bonita lo tienes de antipática. No hay quien hable contigo, ¿o qué?

-Es que no se si has notado, que no quiero hablar contigo. Así que si me permites, voy a mi habitación y tu te vuelves ahí abajo con tu novia -me giré. Iba a continuar el poco camino que me quedaba y a entrar a mi habitación. Noté que seguía ahí. Me habló.

-Así que es eso -Me volví a girar. Tenía una sonrisa en su rostro, de oreja a oreja. Maldita perfecta sonrisa.

-¿Así que es qué?

-Que estás celosa de Mia, y por eso me hablas tan mal. Estas celosa -Dijo cada palabra sonriendo. ¿Pero este chico de qué va? ¿Cómo voy a estar yo celosa de él? Que no.

-Cada vez que abres la boca y hablas, pienso que no podrás decir una tontería mayor la próxima vez, pero luego vuelves a hablar y veo que te vas superando a ti mismo, imbécil.

-Estás celosa.

-¿Por qué iba a estar yo celosa de que Mia sea tu novia? Más bien me compadezco de ella, y también de ti por aguantarla.

-Estás celosa.

-Déjame en paz.

-No puedo.

-¿Por qué? Sorprendeme.

-Porque ya no te voy a poder sacar de mi cabeza.

-Me he cruzado con más de un imbécil como tú. Ese cuento ya lo tengo muy visto. Así que adiós.

-Me encanta tu carácter.

-Tu novia debe estar muy orgullosa de tener un novio tan fiel y sincero como tú, eh.

-¿Celosa otra vez?- Se pegó a mí peligrosamente. No supe como reaccionar. En otro momento, mi mente tendría claro el separarme de él y darle unas buenas hostias, pero me era imposible reaccionar. Su boca a escasos centímetros de la mía, no ayudaba nada a que me separase de él.

-Idiota déjame en paz-Me cogió de la cintura y me pegó aún más a él. Nos mirábamos fijamente a los ojos. Acercó su boca a la mía. Intenté separarme pero me dejé llevar, no sé por qué.

Cuando estábamos a punto de besarnos, alguien desde abajo me tiró del vestido. Lo miramos y nos separamos rápidamente. Era un niño pequeño, tendría unos 6 o 7 años. Moreno de ojos oscuros, era muy guapo. Tenía cara de preocupado.

-Enano piérdete -Le dijo Justin de malas formas.

-Es que ha pasado algo muy malo -Dijo mientras movía sus piernas de un lado a otro. Yo miré a Justin. Él miraba al niño molesto.

-Que si se te han roto las ruedas de tu coche de juguete nos da igual, vete. Vamos -El niño seguía ahí. Y Justin empezó a enfadarse -¡Vete! 

-¡Es que tu hermana se ha escapado! -Gritó el niño. La cara de Justin cambió por completo. Me miró y negó con la cabeza.

-¿Qué ha pasado? ¡Habla! ¡Habla niño! ¡Habla! -Le gritó. El niño se puso algo nervioso, parecía que fuese a llorar. Me agaché poniéndome a su altura.

-¿Qué ha pasado?

-Estábamos buscando al asesino de negro con la pistola. Y luego mientras cenábamos me dijo que lo había visto otra vez, yo le dije que se lo había inventado todo, y me dijo que lo iba a buscar en el bosque. Y se fue -Nos dijo rápido y se fue corriendo.

-Joder, mi hermana no. Joder- Gritó Justin -Voy a ir a buscarla -Fue corriendo hasta las escaleras y bajó los escalones de dos en dos. Intenté bajar lo más rápido que pude con los tacones.

-Espera Justin, iré contigo. Voy a coger mi chaqueta.

-Vale pero vamos, como nos vea alguien la hemos liado y mi hermana no puede estar ni un segundo más en el bosque sola, es demasiado peligroso. Vamos.

Fui hasta el comedor corriendo y cogí mi chaqueta, la cual estaba colgada en mi silla.

-¿A dónde vas? -Me susurraron las chicas.

-La hermana de Justin se ha escapado al bosque, voy a ir con él a buscarla. Volveremos enseguida. Si preguntan por nosotros algún profesor, cubrirnos. 

-Pero eso es muy peligroso-susurró Megan.

-Sí, no podéis ir solos.

-No puedo perder más tiempo, haced lo que os he dicho. Por favor.

***
-¡Jazzy! ¡Jazzy! -Gritábamos desesperados. Pero el bosque era muy grande, y por mucho que gritásemos, no recibíamos ninguna respuesta. Nos esperábamos lo peor.

-Joder- Gritó Justin.

-No te preocupes, ya veras como la encontramos.

-No Jane, no. Tiene 6 años joder, como se le ocurre escaparse al bosque a estas horas de la noche, con esta tormenta.

-No te preocupes enserio.

-Imposible no preocuparme sabes.

Seguimos caminando. Cada vez llovía con más fuerza. Continuamos gritando su nombre, pero no recibíamos respuesta. Justin comenzaba a desesperar. Todo estaba oscuro. No muy lejos de nosotros se veía un candelabro.

Caminamos y caminamos, gritábamos su nombre desesperados. De repente, Justin pegó un grito muy fuerte. Alguien le había agarrado el tobillo.

-¡Ah! -Gritó. Miró al suelo. Había un hombre tirado, cerca del candelabro. Le agarró con fuerza el tobillo -¡Director Williams! -Justin se puso de rodillas en el suelo y le dio varios golpes en la cara. El viejo hombre abrió los ojos como pudo, pero se le cerraban. Estaba bocabajo, pero había mucha sangre en su ropa y por el suelo -Director Williams, tiene que aguantar -Le decía Justin, casi entre lágrimas.

-No, ha llegado mi final. 

-No diga eso. Vamos, aguante.

-¡Chicos! -Gritó Niall desde lejos. Estaban todos. Se acercaron a nosotros preocupados.

-¡Director Williams!-Gritó Harry.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Charlie.

-Ahora que estáis todos -tomaba pausas después de cada palabra, intentando coger aire para poder continuar. A penas podía respirar bien -debo deciros lo que os iba a decir de camino al internado. Pero el suceso imprevisto pudo conmigo.

-¿Qué tiene que decirnos?

-Tenéis que resolver el misterio del internado si no queréis morir -Todos nos miramos. Cerró los ojos. Por un momento pensé que se había muerto. Me dio muy mal rollo la situación, la verdad es que tenía algo de miedo.

-Vamos director, aguante -Le gritaba Justin. El director abrió los ojos como pudo y se dispuso a continuar.

-¿Qué misterio? ¿De qué habla? -Le pregunté como pude. Tenía miedo. Mucho miedo.

-El misterio que esconde el internado y para resolverlo son imprescindibles vuestros secretos más ocultos. Debéis andar con cuidado, ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Tenéis que daros prisa si no queréis morir. Vosotros sois los únicos que podéis resolver el misterio. Y por eso estáis aquí. Todos estáis en este internado por una razón. Sois los elegidos.

-¿Qué secretos? No se vaya ahora, cuéntenos.

-Vuestros secretos, son imprescindibles para resolver el misterio. Y estos secretos -tomaba pausas más largas y con mayor frecuencia- y estos secretos, os llevarán...a...la...desesperación -Logró decir. Acto y seguido, cerró los ojos. Ahora sí que le debíamos decir adiós a este pobre viejo.

Todos nos miramos. Justin se levantó del suelo. Nos volvimos a mirar. Ninguno decía palabra.

-¡Justin! -Una pequeña niña vino corriendo y se abrazó a Justin. Él la cogió en brazos y la abrazó con fuerza.

-No me vuelvas a dar estos sustos Jazzy. No vuelvas a hacer esto nunca más. Ya hablaremos mañana tu y yo.

-¿Por qué está durmiendo el director Williams en el suelo? -Preguntó mientras lo miraba atento.

Justin no supo que contestarle. Ni ninguno de nosotros.

-Vamos chicos, es hora de que volvamos al internado. Nos estarán buscando.

Comenzamos a caminar en el sentido contrario del que habíamos venido. Comenzó a llover con más fuerza.


Capítulo uno.

Despair | Introducción.

·Narrador Omnisciente.

Los chicos están tirados por el suelo. Más bien son los chicos los que están tirados por el suelo, y las chicas encima de ellos. Llevan horas encerrados en esa habitación. Una de las tantas habitaciones delos pasadizos del internado. Sin comer, sin beber. Sin saber nada de lo que ocurre a su alrededor. Sin poder salvar al resto de sus compañeros. Sin poder retener el plan que hay en marcha.
Han intentado todo. Gritar, patalear, intentar romper la puerta, romper las paredes, en las cuales hay pintadas letras y símbolos que no pudieron descifrar, intentar romper los dos barrotes que había en la única ventana de la habitación, insertada en la misma puerta. Habían intentado todo, pero era imposible salir de ahí a menos que alguno del otro bando los salvase.

Harry intentó nuevamente hacer fuerza contra la puerta, intentando abrirla. Pero era imposible.

-Es imposible salir de aquí chicos -Se pegó a la pared y se dejó caer hasta quedar sentado en el suelo, junto a los demás. Megan estaba a su lado. Apoyó su cabeza sobre el hombro de él.

-Chicos, ¿os dais cuenta en el lío que nos hemos metido?

-¿Y qué podíamos hacer Niall? ¿Quedarnos de brazos cruzados sin hacer nada, sabiendo los secretos que esconde este lugar? Le prometimos a William que seríamos un equipo, que resolveríamos el misterio, que salvaríamos a los demás. Que salvaríamos el internado que él tanto quería -Dijo Justin. Su voz estaba entre cortada, tenía un gran nudo en su garganta que le impedía poder modular bien. Estaba demasiado preocupado. Todos lo estaban.

-No entiendo por qué teníamos que ser justo nosotros -Negó con la cabeza. Intentó contener sus lágrimas.

-Mia, nosotros hemos sido elegidos para esto. ¿Qué hay de todo lo que hemos descubierto? ¿De todo lo que hemos echo? Nosotros tenemos la marca, la misma marca que nos identifica como los elegidos, y la misma que nos hará morir con el proyecto que tienen los del otro bando -Le contestó Justin.

-¿Y si lo que hemos conseguido ha sido para nada chicos? -Preguntó Jane, que por fin, después de varias horas, había dejado de llorar -Después de todo lo que nos ha costado, después de todo lo que hemos descubierto sobre este internado, sobre los del otro bando, después de todo, y aquí estamos. Todo se ha ido a pique chicos. Todas las palabras del viejo William se han cumplido, una a una. Y ahora, estamos en la última parte. ¿Recordáis?

-¿Cuál? -Preguntó Valerie.

-Él dijo que hiciésemos lo que hiciésemos, nuestro destino estaba predicho, pero que en nuestra mano estaba el cambiarlo. Y luego dijo que si no conseguíamos descubrir el misterio y salvar el internado, salvarnos a nosotros, moriríamos uno a uno.

-Tengo mucho miedo -Valerie comenzó a llorar de nuevo. Liam estaba a su lado, la abrazó con fuerza.

Justin se levantó del suelo. Comenzó a dar golpes y puñetazos contra la puerta.

-¡Sacadnos de aquí! -Gritó, mientras las lágrimas caían sobre sus mejillas. Luego se puso de espaldas contra la puerta, y se dejó caer al suelo, hasta quedarse sentado. Seguía gritando aún con más fuerza.

-Y ahora se está cumpliendo la última parte de todo lo que nos dijo.

-¿Qué parte? -Preguntó Charlie a Jane, mientras se secaba alguna de las lágrimas que habían caído sobre sus mejillas.

-Se ha cumplido cada cosa que nos dijo ese hombre. Incluída la última. Los secretos que esconde este internado, nos llevarían hasta la desesperación.

***

Capítulo 1 | La nueva.

·Narra Jane.

Me dirijo hacia el internado Lavrig. Hay diferentes opiniones acerca de ese internado. Opinan muy bien, y opinan muy mal. Me quedo con las opiniones malas. Este será mi nuevo infierno. Si ya no tenía suficiente con mi padre, ahora tengo que entrar en un estúpido internado, del que nadie sale. O eso dicen. Parte de los malos comentarios. Pero eso a mi padre le dio igual, y aquí estoy. Bueno, estamos.
Él conduciendo, hasta el que será mi futuro infierno, yo justo detrás de su asiento de conductor. No quería sentarme a su lado. Le odio. ¿Y si esta es la última vez que le veo? Tampoco me importaría. Y sé que a él tampoco, si no, no me metería aquí para irse a vivir a otro lado, con su nueva mujer.

Este sitio no me gusta. Estamos cruzando el bosque, y da bastante miedo. No me gusta. Al fondo se logra ver un edificio, en mitad de todo esto, a las afueras del bosque. Más miedo aún. Sigue el camino. No me suelta palabra, será que se siente mal por todo lo que me ha echo. Y tiene sus razones. Le odio. Estamos a 10 metros del edificio. Aparca de golpe y sale del coche. Abre el maletero y saca mis maletas.

-¿No piensas salir del coche? -Me dice frío desde afuera Sostenía las maletas con las manos. Lo miré mal por la ventana. Luego salí del coche y dí un leve portazo -Vamos -Me dijo. Acto seguido comenzó a andar hasta el edificio, yo le seguí.
Terminamos de andar el camino que había desde el coche hasta el internado. En la puerta había una mujer y un hombre, esperándonos. Ambos tenían en sus chaquetas un símbolo extraño. No le dí demasiada importancia.

-Buenas tardes, soy Paul y ella -Me señaló con la mirada -es Jane, mi hija.

-Buenas tardes, feliz navidad -Me dijo la mujer.

-Feliz navidad- Le contesté.

-Hace bastante frío, pasad -Entramos y cerró las puertas del internado. Era bastante grande. Y la entrada bastante bonita. Miré a todos lados. A la izquierda un amplio comedor, y a la derecha dos salas. Cada una tenía un letrero. 'Salón de actos' y  'Sala de reunión' ponía en ellos. Al frente me encuentro con una gran escalera, con tres direcciones, una a la derecha, otra a la izquierda y la última al frente.

-Siento no haberme presentado antes. Soy Julie, y este -Refiriéndose al hombre que había a su lado-Phil. Les dediqué una pequeña sonrisa. Fingida - Puedes ir a tu nueva habitación mientras yo hablo con tu padre. ¡Madame! -Le gritó a una mujer que estaba cerca de la escalera. Vino hacia nosotros, me miró mal -Acompaña a Jane a su nueva habitación.

-Vamos -Me dijo fría. Comencé a subir las escaleras. Ella aún no había empezado -Señorita, sus maletas -Me dijo. ¿Tenía que subir yo por estas escaleras mi maleta? Todo genial. Bajé lo que llevaba subido de escalera y cogí las maletas. Tenían ruedas, pero pesaban una tonelada. O quizás dos toneladas. Pensaban muchísimo. Terminamos de subir la escalera y giramos hasta el pasillo de la izquierda. Entramos a una habitación.

Habían 4 chicas, y un chico. El chico estaba con una de las chicas, de pelo corto y rubio, ojos azules. Se besaban. En cuanto escucharon la puerta se separaron, pero 'Madame' los vio.

-¿Cuántas veces tengo que repetir que los chicos tienen totalmente -Gritó. Pero enfatizó aún más el totalmente- prohibido pisar las habitaciones de las chicas? ¿Cuántas veces tengo que repetir que está prohibido cualquier contacto físico o visual entre chicos y chicas? -Gritó.

-Lo siento Madame -Se dirigió hasta nosotras, para poder salir de la habitación -¿A usted la puedo mirar, Madame? Feliz navidad, Madame -Le dijo burlón. Luego se rió y se salió. No sin antes dedicarme una mirada, de arriba a abjao. Me puso algo nerviosa. Me dedicó una pequeña sonrisa de lado, y se la devolví. Creo que esto no sentó muy bien a la chica con la que se besaba, ya que me miró algo mal.

-Esta es su nueva habitación señorita, y estás son sus compañeras. Más tarde le traeré el uniforme para que se lo pruebe. Y a vosotras -Las miró una a una -No quiero tener que repetiros otra vez las normas del internado. No quiero castigaros severamente. Feliz navidad chicas -Dijo con una sonrisa. Luego salió de la habitación.

-Hola, soy Jane. Supongo que soy vuestra nueva compañera -Dije algo tímida.

-Hola -Me dijo una de las chicas que estaba sentada en una de las literas, la de abajo. Era rubia, con ojos azules, pero de pelo largo -Soy Valerie.

-Y yo Megan -Me dijo la chica que había a su lado. Ambas me dedicaron una sonrisa. Parecían muy majas.

-Encantada -Les sonreí. Dejé las maletas al lado de las dos literas de aquellas chicas y me acerqué a las otras dos. La rubia de pelo corto y ojos azules que se besaba con aquel chico, y una morena que había a su lado -¿Y vosotras sois? -Les dediqué una sonrisa. Merecían ser majas conmigo, les había sonreído.

La chica rubia de pelo corto se levantó de su cama y se acercó a mí. Me miró desafiante.

-No me caes bien -Me dijo. Luego salió de la habitación.

-Prohibido el contacto físico o visual con compañeros del otro sexo. Sobre todo si el compañero al que miras, es el novio de una de nosotras. Aprendete esa norma si no quieres tener problemas -Me dijo la morena. Luego salió de la habitación.

-Vaya, creo que he echo ya dos nuevas amigas -Dije irónica. Reí.

-No les hagas caso, ellas son así -Me dijo Valerie.

-¿Y quienes son?

-La rubia es Mia. Es bastante complicado convivir con ella. Es borde, dura, fría, celosa, muy celosa. Está enamorada de Justin, el chico al que regañó Madame. No se lleva bien con casi nadie en este internado.

-¿Y eso por qué?

-Porque quiere que todo el mundo haga lo que ella diga, siempre tiene que tener la razón en todo. Y todo hay que hacerlo a su manera. Nadie hace caso de sus tonterías, así que no te preocupes por ella. Es así con casi todo el mundo.

-¿Y la otra chica?

-La otra chica es Charlie, su amiga. Es su sombra, va a donde vaya Mia, hace todo lo que ella le mande, le guste o no le guste. Y es por eso que se llevan tan bien.

-Vale- Sonreí -¿Me decís dónde duermo? Quiero meter algunas cosas en el armario.

-Claro -Me dijo Megan -Puedes dormir en esa cama de ahí que está libre -Me señaló la cama. Estaba debajo de la ventana, y al lado de la cama de Mia.

-Yo ahí no duermo. ¿Queréis que alguna de esas dos chicas me mate por la noche? -Solté una pequeña carcajada.

-No te preocupes, son inofensivas -Me dijo Megan sin poder contener su risa.

-¿Quieres dormir en la litera? Yo dormiré en esa cama, no tengo problema -Me sonrió.

-Vale, gracias.

Cogí mi maleta y la tumbé en el suelo, la abrí y saqué algunas cosas.

-¿Y cuál es tu secreto? -Me dijo Valerie. Las dos chicas estaban sentadas en la nueva cama de Valerie.

-¿Mi secreto? -Les pregunté sorprendida.

-Sí. Tú secreto. Es muy extraño que hayas entrado precisamente un 24 de diciembre al internado cuando las plazas se agotaron en verano y muy pocos de todos los que las solicitaron las pudieron conseguir. Así que tienes que tener algún secreto. Este internado es muy raro, no nos sorprendería.

-Valerie lleva razón, pero si no quieres hablar de ello, lo entendemos. Aunque no es nada malo, todo el mundo tiene algún que otro secreto.

-Ya, bueno -Les dije fría.

-Y... -alargó mucho la 'y'- ¿Cómo es que te han internado aquí?

-Bueno, mi padre y yo no es que nos llevemos precisamente bien, más bien rozamos de una forma peligrosa el odio. Mi hermano se fue de mi casa desde hace mucho tiempo, y no sé nada de él desde entonces. Y a mi padre se le ocurrió la maravillosa idea de internarme aquí, ya que se irá a vivir a Estados Unidos en cuanto se case, que por cierto, se casa en varias semanas. Estaríais invitadas a la boda si me hubiese invitado a mí -sonreí irónica.

-Vaya... ¿Y tú madre? -Preguntó Megan. Maldita pregunta. ¿Por qué todo el mundo me recuerda todo el tiempo mi pasado? Peor aún es que me pregunten por ella, por mi madre.

-Mi madre -tomé una pausa de varios segundos. Miré fijamente al suelo, evitando el contacto visual con aquellas dos chicas. No quería que se diesen cuenta que en mis ojos habían lágrimas contenidas. Hace muchos años juré no llorar más, y así será. Cogí aire y continué-murió hace años -logré decir.

-Lo... -Miró a Megan y luego volvió a mirarme a mí para continuar su frase-Siento mucho, Jane.

-Está casi superado, no te preocupes.

-Bueno, aún así. A nosotras no nos ha pasado lo mismo que a tí, pero nos imaginamos cuánto debe de doler -Se levantaron y se acercaron a mí -Aquí nos tendrás siempre para todo -Me abrazaron. No sabía como seguirles el abrazo, aunque suene algo completamente idiota. No estaba acostumbrada a ningún tipo de abrazo. La última vez que alguien me abrazó fue ese imbécil que me juró amor eterno, ese que arruinó aún más mi vida y se aprovechó de mi inocencia, ese chico al que tanto odio y odiaré siempre. Finalmente, les seguí el abrazo.

Sonó una alarma extraña. El sonido era parecido al de un timbre escolar que marca el final de la hora de clase.

-Reunión -Gritó Megan.

-¿Reunión? -Me extrañé. No sabía que querría decir con eso. Aún tenía que acostumbrarme a muchas cosas de este internado.

-Sí, cuando el timbre suena tan seguido y con este sonido, significa que hay que ir a la sala de reunión. Tendrán que comunicarnos algo importante. Vamos, no hagamos esperar a los profesores -Ambas chicas me cogieron de la mano y tiraron de mí hasta salir de la habitación.

***

Estamos en esta enorme sala, la sala de reunión. Está llena, de profesores y de alumnos. Todos llevan sus uniformes menos yo, me siento rara aquí.
Todos están sentados en sillas, pero Megan, Valerie y yo estamos sentadas en uno de los bancos que había al final de la sala. Justo al lado había otro banco. En él, estaban sentados dos chicos, muy guapos por cierto, el chico al que regañó antes Madame y las dos antipáticas de antes. Al lado del novio de la rubia antipática, había un chico, extremadamente guapo. No pude evitar perderme en sus ojos.
El chico me miró y me sonrió. Me perdí aún más. Que sonrisa más perfecta. Si es que parece perfecto el chico.

-Ese es Zayn -Me dijo Valerie, acompañado de un pequeño codazo y una carcajada. Megan rió.

-Es el novio de Charlie, aunque no están por su mejor momento. Yo de ti no lo miraría demasiado si no quieres meterte en problemas con alguna de esas dos.

-Es..es muy mono.

-¿Te gusta? -Valerie me miró pícara. Me dedicó una sonrisa. Negué con la cabeza como pude.

-No, claro que no. A mi no me puede gustar nunca más nadie -Dije seca.

-¿Por qué?

-Porque no. Prefiero no hablar de eso. ¿Los chicos? -Pregunté, mientras miraba a los demás chicos, intentando evitar el tema.

-El rubio es Niall, el mejor amigo de Justin. Está pillado por Valerie -Me dijo riendo.

-No es verdad -Rechistó Valerie. Sus mejillas se sonrojaron. Nosotras dos reímos.

-¿Y el de rizos?

-Ese es Harry-Dijo seguido de un largo suspiro -Llevo pillada por él desde que entramos al internado.

-Y él por ella igual.

-No hagas caso a Valerie. No creo que le guste a alguien como Harry. Es demasiado para mí.

-A lo mejor tú eres demasiado para él -Le dije y sonreí. Me devolvió el gesto.

La directora cogió un micro y se dispuso a hablar.

-Sé que os habíamos prometido que el día de navidad saldríais a hacer una visita a vuestras familias, pero sintiéndolo mucho no será posible. Sin más, podéis volver a vuestras habitaciones y arreglaros para la cena de esta noche -Dijo rapidamente, antes de que los alumnos pudiesen rechistar. Pero no le dio tiempo a dejar el micro cuando ya lo estaban haciendo. Todos hablaban entre ellos y se quejaban. Por muchos gritos que pegase la directora, el caos había invadido la sala.

-¡Callaos ya! -Gritó Madame quitándole el micro a la directora -No saldréis de este internado, y punto. Si alguien tiene algo que reclamar, con gusto le daré las explicaciones necesarias -Dijo irónica, mientras gritaba.

Después de varios minutos viendo como el resto de alumnos gritaban entre ellos y comentaban lo reciente ocurrido, nos levantamos del banco disponiéndonos a salir. Pero los del banco de al lado también se levantaron. Mia me volvió a mirar desafiante, le devolví la mirada.

-Chicos, esta es Jane -Valerie me presentó. Que maja. Es ironía. Si las miradas matasen, ahora mismo estaría bajo tierra. Menudas miradas me echa la rubia de pelo corto siniestra, Mia.

-Yo soy Niall y él es Harry -Dijo señalándolo con la mirada.

-Yo..yo soy Zayn -Me dijo tímido, con la cabeza gacha. Intentaba no mirarme a los ojos, o al menos esa sensación me daba.

-Sí, es Zayn y es mi novio -Me dijo Charlie de malas maneras. Luego le rodeó con sus brazos y empezó a darle pequeños besos en el cuello.

-Yo soy Justin, no había tenido el placer de hablarte antes, preciosa -Me miró. Con una mirada algo ¿seductora? No lo sé. Pero ya me cae mal. No me gustan los chicos así. Ya se acabaron los chicos malos y él tiene pinta de ser uno de ellos, y no.
Mia volvió a mirarme mal, me estaba empezando a dar miedo el tener que dormir en la misma habitación que ella por la noche.

-Jane, encantada.

-Si quieres te puedo enseñar el internado, y todo lo que tú quieras, nena -Me miró pícaro. ¿De qué se supone que va este chico? No lo logro comprender. Tiene a la novia al lado y me habla de esa forma. Ahora me cae peor.

No dije nada, los esquivé y me dispuse a salir de la sala. Valerie y Megan me siguieron.

-Eh, espera -Me gritó Valerie justo antes de alcanzarme.

-¿Te pasa algo? -preguntó Megan.

-Que no quiero estar con esa gente, me incomoda la presencia de ese chico, Justin. ¿Habéis visto cómo me ha hablado? Tenía a su novia al lado y le ha dado igual.

-Justin es así con todas, si fuese por él sería amigo con derecho a roce con todas las chicas de este internado.

-No me gustan los chicos así, he tenido una mala experiencia con uno de ellos -puse mi vista fija al suelo.

-Es buena persona, ya lo verás. Sólo que le gustan mucho las chicas. No sé cómo dura tanto con Mia con lo celosa y posesiva que es.

-¡Megan! ¡Mira! -Gritó Valerie. Ambas miraron a dos hombres que había al lado de la escalera, conversando.

-¿Qué pasa? -Pregunté sin enterarme de nada.

-Ese es el profesor de química, Louis. Y está muy bueno, no lo podemos negar.

-Y es adorable -Dijo Valerie mientras lo miraba con extraña devoción.

-Y está muy bueno, que es lo importante -siguió Megan. Yo reí.

-Vaya dos, ¿babeáis así con todos los profesores?

-Con el director Williams te aseguro que no, es un viejo de casi setenta años, pero a Megan le pone mucho.

-¡Mentira! ¡Qué asco! -Reímos.

***

Estábamos cenando. Yo todavía no había pegado bocado. La noche estaba muy fría, demasiado. Llovía mucho. A Mia, Charlie, Niall, Justin, Zayn, Harry, Valerie, Megan y a mí nos había tocado en la misma mesa. Hablaban entre ellos. Intentaba no mirar a Zayn, pero mis ojos se me iban hacia él. Le sentaba genial el traje, estaba guapísimo. Sin embargo, la mirada de Justin me incomodaba, no hacía más que observarme, y me empezaba a poner nerviosa.

-Voy un momento a la habitación -le susurré a Megan, que estaba a mi lado. Asintió con la cabeza. Me levanté y salí del comedor.

Subí la escalera y fui por mi pasillo, noté que unos pasos me perseguían.

jueves, 16 de enero de 2014

Despair | Sipnosis.

1 de agosto. 100 estudiantes ingresan en el internado Laguna, alejados de la ciudad y de sus familias, en las afueras de un bosque. Ellos piensan que es sólo un simple internado, que podrán ver a sus familias pronto. Pero no podrían estar más equivocados.
Los meses pasan con normalidad. Pero todo cambia el 24 de diciembre, con la llegada de Jane al internado. Será la primera nochebuena que pasen en el internado, y la pasarán de una manera especial.
Niall, Harry, Zayn, Justin, Valerie, Mia, Megan, Jane y Charlie, ahora mejores amigos. Más que amigos, familia. Se tienen los unos a los otros, y aprenden a convivir juntos. Existe cierta rivalidad entre Justin y Zayn, cosa que podría ser un problema y más cuando está Jane en el medio.
Descubren a uno de los directores del internado, muriendo en el bosque. Éste, antes de morir les da a los chicos un papel con unas palabras. Deberán descifrar lo que el anciano les quiso decir ellos mismos. Están en peligro. Les comunica que ellos han sido escogidos. Cada uno de ellos, está en el internado por una razón. Si quieren escapar algún día del internado con vida, tendrán que resolver los misterios que se esconden en él. Misterios que comienzan desde muchos años antes de que ellos ingresaran en el internado. Consiguen descifrar las palabras que el anciano director les dejó. Encuentran unos pasadizos y varias pistas. Ese es sólo el principio. Tendrán que aprender a superarse a si mismos, a sus problemas, a confiar los unos en los otros, a perdornarse, a amarse. Son los únicos que saben del misterio que esconde el internado, y son los únicos en los que se pueden apoyar, los unos en los otros.

Amistad, traición, misterio, peligro, dolor, amor, sexo, drogas ....y sobre todo, secretos. Secretos que esconden cada uno de ellos, algunos sin saberlo. Y es que los secretos que más ocultan sin saberlo, son la clave. La clave para resolver el misterio de ese internado. Ni los buenos son tan buenos, ni los malos son tan malos. Todos tenemos secretos, ¿Verdad? ¿Te atreves a intentar descubrir por ti mismo cada uno de los secretos que esconden cada habitación, cada personaje?
Secretos fundamentales para resolver un misterio, que los llevará, hasta la desesperación.